Se puede usar cualquier fuente de calor en el interior, como electricidad, gas, propano e incluso leña. Calentar con leña puede ser complicado, ya que conviene asegurarse de mantener la estufa/hoyo alejado de los paneles para evitar que se derritan o se quemen si están demasiado cerca del fuego. En este caso, lo ideal sería que los clientes instalaran un sistema de extracción, asegurándose de que no entre en contacto con los paneles, ya que son un material inflamable.